TDA-H??

Tremenda Demanda de Amor
(y Humor)
“No se ha demostrado científicamente ninguna disfunción neurológica para la Hiperactividad o TDHA" y puede haber 5.000.000 millones de niños y niñas medicados en este momento"  Declara el Dr. Baughman, Neurólogo americano.

EL FRAUDE DEL TDAH

Reconocido Neurólogo expone el fraude del Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

En marzo del 2006, el Dr. Fred Baughman participó en un coloquio sobre Déficit de Atención e Hiperactividad, celebrado en el Salón Verde de la H. Cámara de Diputados de la Ciudad de México.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se ha convertido en una moda siniestra que está afectando a miles de niños y niñas de muchos países.
Con falsos diagnósticos, motivados por la ambición más que por la ciencia, los niños son etiquetados como hiperactivos y dirigidos al calvario de la drogadicción legal.
Los padres y maestros deben conocer la verdad acerca del tema y es por ello que durante el Coloquio denominado “Déficit de atención e Hiperactividad”, el médico neurólogo Fred Baughman expuso los resultados de su investigación, la cual demuestra que el Trastorno por Déficit de Atención es una mentira ruin difundida sólo con el propósito de vender drogas psiquiátricas como el Ritalín, Concerta, Straterra y otros.

En el Coloquio, organizado por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, se presentaron también las ponencias del Psiquiatra Dr. Gerardo Heinze Martín, Director del Instituto Nacional de Psiquiatría Francisco de la Peña. Los señores Eduardo Barragán Pérez Director del Hospital Infantil de México y Julio Sotelo Morales Director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, quienes por más de una hora hablaron de dicho trastorno, enumeraron características de un niño normal como moverse de la silla, perder cosas, no esperar su turno, y una gran necesidad de acción y movimiento. Sin poder demostrar el porqué, dijeron que esas características son razón suficiente para diagnosticarles a los niños un trastorno mental y ponerlos bajo tratamiento de potentes fármacos.

Las contradicciones entre ellos no se hicieron esperar. Mientras algunos pretendían asegurar que el TDAH es un trastorno que puede verse con radiografías (e inclusive colorearon una imagen cerebral), otros decían que era un problema funcional y que nunca se vería reflejado con un escaneo cerebral, radiografía o examen médico alguno. En fin, los mismos psiquiatras parecían desarrollar las características que ellos catalogan como síntomas del TDAH. Pudimos ver al Dr. Heinze durmiendo en su silla y a otros panelistas contando confidencias al de al lado, como estudiantes de secundaria, sin poner atención alguna al ponente en curso. Sin embargo, cual si fuera un largo comercial patrocinado por los laboratorios farmacéuticos, los ponentes coincidían en sólo un punto: que la única solución era darles drogas psiquiátricas a los niños. Con esto, la confusión crecía y los asistentes no sabían qué pensar.
Afortunadamente, le tocó el turno al Dr. Fred Baughman, reconocido médico neurólogo, miembro de la Academia Americana de Neurología, quien durante varios años se ha dedicado a desenmascarar lo que hay detrás del Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). El Dr. Baughman hizo una declaración desconocida para la mayoría de los asistentes (padres de familia, diputados y estudiantes de medicina). Narró cómo se creó el TDAH por consenso teniendo como base una cantidad de factores y procedimientos no científicos. Habló acerca de su participación en una reunión de la “National Institution of Mental Health” y la controversia generada desde que se introdujo el TDAH. El Dr. Baughman es testigo de cómo en Maryland se afirmaron declaraciones sin presentar pruebas de estudios cerebrales, es más, afirmando que los niños que padecían este conjunto de actitudes tenían el cerebro un 10% menor al normal. En esa ocasión el Dr. Baughman se enfrentó al Dr. Swanson, miembro del panel, a quien le dijo que se había ocultado el hecho de que las personas en las que se hizo el estudio mencionado, habían estado tomando metilfenidato (el fármaco mas escogido para “tratar” el TDAH) por un periodo largo, y que esa es la razón detrás de la atrofia cerebral (encogimiento). Y al Dr. Swanson no le quedó más opción que aceptar la observación del Dr. Baughman.


Después de relatar este acontecimiento, Baughman leyó a los asistentes un párrafo del manual DSM IV TR que afirma que no hay prueba científica alguna para demostrar el TDAH, como las que hay para cualquier enfermedad verdadera. En una gráfica sencilla ilustró el efecto de una enfermedad inventada y como el cuerpo del niño se va intoxicando con los fármacos cuyas ventas representan cifras millonarias.

Su ponencia se concluye como: “No hay porqué darle a un niño una droga tan adictiva y peligrosa para una enfermedad inventada. Esta violación no debe darse en un país en donde se ejerce la democracia. Ya que tras haber convertido en ley el dar este tratamiento, se les obliga a los padres a someter a sus hijos a tales estupefacientes que además ponen en riesgo la vida, tal como se ha comprobado con las múltiples muertes súbitas de niños ocurridas en EEUU, de las que se ocultan las verdaderas cifras”.

El panel finalizó con la propuesta de ley que la diputada María Cristina Díaz Salazar está apoyando, en la que se pretende que los niños sean canalizados a la atención psiquiátrica por cualquier persona que le cuide, alegando TDAH, (esta enfermedad inexistente y muy controvertida) y de esta forma, someter al niño a medicamentos para tratar su trastorno. Los medicamentos recetados para el TDAH están clasificados por las leyes internacionales como estupefacientes mayores (altamente adictivos y catalogados al igual que la cocaína).

Es sumamente grave que una diputada federal esté promoviendo este tipo de abusos a la niñez mexicana, tratando de esconder sus verdaderas intenciones y utilizando los esfuerzos honestos de otros diputados por proteger a los niños.

El descubridor del déficit de atención confesó antes de morir que es un trastorno ficticio
Siete meses antes de morir, el famoso psiquiatra estadounidense Leon Eisenberg, que descubrió el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), afirmó que se trata de "un ejemplo de enfermedad ficticia".
Esta afirmación, hecha por el destacado médico, fue publicada por el semanario alemán 'Der Spiegel'.

Los primeros intentos de explicar la existencia de este trastorno fueron llevados a cabo 
en los años 30. En aquel momento, los médicos que trataban a niños con un carácter inquieto y con dificultad para concentrarse les diagnosticaban el síndrome posencefálico, pese a que la mayoría de esos niños nunca habían tenido encefalitis.

Fue precisamente Leon Eisenberg quien en los años 60 volvió a hablar de dicho trastorno. En el año 
1968 incluyó la enfermedad en el DSM ('Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales').

Después de estas revelaciones se puede mencionar otro estudio realizado por la psicóloga estadounidense Lisa Cosgrove. Según esta profesional, de los 170 miembros del grupo que trabaja con el 'Manual de los trastornos mentales', el 56% tenía una o más relaciones financieras con empresas de la industria farmacéutica.

Uno de los principales logros de Eisenberg fue conseguir que la gente creyera que el TDAH tiene causas genéticas. El sentimiento de culpa de los padres desaparece de esa forma al pensar que el niño ha nacido así y el tratamiento con medicamentos es menos cuestionable. Sin embargo, pocos meses antes de su muerte, confesó que lo que debería hacer un psiquiatra infantil es tratar de establecer las razones psicosociales que pueden provocar determinadas conductas, un proceso que lleva tiempo por lo que "prescribir una pastilla contra el TDAH es mucho más rápido".

Más INFORMACIÓN


Guía para padres con hij@s etiquetados
Extraído de la Comisión Ciudadana de los Derechos Humanos.

Dieta para la Hiperactividad y el Deficit de atención
 Extraído del libro “Comer sí da la felicidad 1” FELIPE HERNÁNDEZ RAMOS

TDA-H Positivo

 









     En la mayoría de los casos, los diagnósticos no son lo más importante. Cristalizan una única visión del Ser que tenemos delante, cronificando y cumplimiendo los pronósticos desoladores.
 

     Más allá de las etiquetas impuestas, aprendamos a observar, tanto a los infantes como a cualquier persona, con amplitud de mira. Desde esta nueva mirada, podremos  atravesar su nivel conductual-comportamental para llegar así a su identidad esencial.

      Todos traemos de base dones y talentos que nos ayudan a cumplir nuestras misiones dentro de un marco más global, sistémico e integral.

     Seamos conscientes de cómo con el contexto adecuado, y progresivamente, va brotando el apoyo necesario, la sabiduría, el auto-conocimiento propio, el Amor y la Consciencia. 

 “Donde va nuestra atención, va nuestra energía”


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